lunes, 1 de julio de 2013

Disco...nexo

Una nota suena raro, y sin embargo, la música brota más que nunca.

El aparato compositor está expuesto, sensible, en carne viva.

La musa, un lujo entre tanta vulgaridad, oscila entre lo palpable y lo infinito.

Ese sinfín de contrastes es parte de su encanto.

Los dedos no pueden más. Queman cuerdas persiguiendo el estímulo.

Surge un esfuerzo por encontrar una melodía más armoniosa.

La esperanza de que la tranquilidad también te pueda acercar.

Pero lo tranquilo-armónico no es sin la energía que grita al cuerpo.

No dejes de tocar, 
no dejes de bailar, 
que esta pieza dura un chasquido,
¡pero nos une eternamente!

1 comentario:

  1. Interesante el juego de palabras del título, y su elaboración.
    Un par de ejes interesantes, casi tanto como el chancho y la mariposa.
    La música es un misterio, una de esas cosas conectadas directamente a los sentidos que muchas veces se saltean todo el ruido que milenios de civilización han barnizado encima nuestro. Como los olores, como el tacto, como algunas imágenes (por ejemplo, un buen mandala).

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