miércoles, 10 de septiembre de 2014

Terrorismo à la carte

Se sentó en la mesa que da a la ventana. Tenía esa rara teoría de que para comer bien hay tener un buen panorama.
- Buenos días. ¿Una copita de jerez?
- Hola, que tal. Gracias.
- Para almorzar, ¿no?
- Sí…
- Ya le alcanzo la carta...
- No. Digame, acá sirven el terrorismo de manera especial, ¿no?
- Así es, tenemos varias opciones…
- Bien, y ¿cómo viene?
- Mire, tenemos… 
Niños envueltos, salteados en una reducción de violencia. Básicamente, niños hambreados a fuego lento, luego enfriados, discriminados, marinados en pasta base y fajados fuertemente. Tenemos una opción que se hace con niños abusados pero no se si nos quedan.
Después tenemos... Territorios invadidos, acompañados de un bloqueo agridulce. Este combina bien con un buen malbec. Tomamos un territorio rico en petróleo y lo invadimos con una combinación de fuerzas violentas. Luego se sirve bloqueado con fuertes restricciones comerciales. Esto provoca que el territorio, además de estar invadido, destile sus últimos jugos.
Una opción similar pero un poco más fuerte es el Territorio bombardeado, con una fina selección de objetivos civiles. Admito que este plato es para paladares fuertes. Consiste en un territorio, también rico en petróleo o conveniente estratégicamente, bombardeado durante un buen período, eligiendo zonas con mujeres y niños para lograr un mejor resultado. Se termina con un toque de pretextos invocando tenencia de armas nucleares.
Finalmente uno de las especialidades del chef, el Pánico en su salsa sobre colchón de alertas de inseguridad. Este plato es para paladares negros. Está hecho en base a una población susceptible a alarmas, infundida lentamente con noticias asesinas y pronósticos sombríos. El ingrediente que hace de este plato una opción distintiva es el uso exclusivo de recursos y teorías con el sello OGEC (Origen de Grupo Económico Concentrado).
- Usted dirá.
- Mmm… está difícil. Me parece que voy a pedir el Pánico en su salsa… 


Tiempo después le hicieron una nota al chef acerca de sus inusuales presentaciones de un plato típico como el terrorismo. Él comentó: 
La receta es tan simple que permite jugar con la creatividad. Sólo especifica 3 ingredientes a combinar sin especificar proporciones: dominación por el terror, sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror y, actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos. 
Lamentablemente la mayoría de la gente, bien por ignorancia bien por comodidad, sucumbe ante la campaña publicitaria y consume la versión fast food: hamburguesas de carne árabe, acompañadas de inmoladores islámicos  
Por otra parte no veo por qué resultan tan exóticos mis platos mirando la receta es más directo interpretar el terrorismo en unos Niños envueltos en violencia, o un Pánico en su salsa con productos OGEC, que es casi como servir el tercer ingrediente, actuación criminal de bandas organizadas que crean alarma social con fines políticos.