habla la armadura con el otro corazón, el corazón con la otra armadura, las armaduras entre si, los corazones entre sí...y a veces luchan, cuando en realidad de algún modo son clones que no se reconocen...
el "problema" no es una armadura, sino el uso y la conciencia de la misma. Si vamos con armaduras -blandas, rígidas, transparentes u opacas- por la vida, sin darnos cuenta de la naturaleza de las mismas, eso se convierte en problema. La inconsciencia le agrega refuerzos a las coberturas, y aleja la carne de la carne, la emoción de la emoción, y queda un diálogo insulso, entre imposturas...
Disculpen un tecnicismo, pero eso no son armaduras (no se dejen engañar por el título, ilusorio como corresponde al blog). En todo caso, son yelmos. Eso nos indicaría que son corazones en el lugar de las cabezas... Les dejo el ejercicio de pensar (con la cabeza) a dónde puede apuntar esa metáfora. Y además, serían cabezas/corazones acorazados. O acorazonados, o descorazonados.
Por otro lado, me recordó mucho la canción de Silvio Rodríguez: Un corazón quiso saltar un pozo...
Efectivamente son yelmos y sí, subyace otra batalla, la de los corazones versus las cabezas con-razones... Gran tema el de Silvio, y triste por cierto...
habla la armadura con el otro corazón, el corazón con la otra armadura, las armaduras entre si, los corazones entre sí...y a veces luchan, cuando en realidad de algún modo son clones que no se reconocen...
ResponderEliminarson más que clones, son lo mismo!
EliminarEl problema de ambos es que tienen armaduras!
ResponderEliminarel problema es el cariño que le tomaron a su "protección"...
Eliminarel "problema" no es una armadura, sino el uso y la conciencia de la misma. Si vamos con armaduras -blandas, rígidas, transparentes u opacas- por la vida, sin darnos cuenta de la naturaleza de las mismas, eso se convierte en problema.
EliminarLa inconsciencia le agrega refuerzos a las coberturas, y aleja la carne de la carne, la emoción de la emoción, y queda un diálogo insulso, entre imposturas...
Disculpen un tecnicismo, pero eso no son armaduras (no se dejen engañar por el título, ilusorio como corresponde al blog). En todo caso, son yelmos.
ResponderEliminarEso nos indicaría que son corazones en el lugar de las cabezas... Les dejo el ejercicio de pensar (con la cabeza) a dónde puede apuntar esa metáfora.
Y además, serían cabezas/corazones acorazados. O acorazonados, o descorazonados.
Por otro lado, me recordó mucho la canción de Silvio Rodríguez: Un corazón quiso saltar un pozo...
Muy lindo el dibujo, da para mucho por lo visto
Efectivamente son yelmos y sí, subyace otra batalla, la de los corazones versus las cabezas con-razones...
EliminarGran tema el de Silvio, y triste por cierto...